Presentación del nuevo blog

pic1En febrero publicábamos por primera vez un blog en español, que se presentaba de esta manera:

«Habiéndose publicado el sitio de nuestro seminario damos comienzo a este pequeño espacio en forma de blog para lectores de habla hispana. El fin que nos proponemos es bastante simple: hacer llegar una perspectiva católica a todos quienes se interesen por ella. ¡Son tantas las maneras que tiene Dios de atraer almas a sí! En un mundo ignorante de la verdadera fe y distraído en un sin fin de vanidades, no faltan los que desean escuchar la palabra del sacerdote. Aquel que es la Verdad no dudó en decir:  el que escucha a vosotros, a Mí me escucha (Luc. X, 16).

Ser católico en nuestros días (la era del Concilio Vaticano II) requiere sacrificios muy particulares y una fe en grado heroico. El primer sacrificio es aceptar una realidad que es contraria al pensamiento de la gran mayoría de los habitantes de este mundo: aceptar que desde la muerte del Papa Pío XII, la Sede de Pedro está vacante.

Conclusión lógica de premisas evidentes. Pero, ¿cuántos hay dispuestos a aceptarla? El prejuicio ha establecido un reino, justo allí donde debería brillar la honesta libertad intelectual.

La premisa mayor es que la Iglesia Católica, asistida por el Espíritu Santo, posee autoridad divina para enseñar la verdad y proveer a los fieles con los medios necesarios a la salvación; la Iglesia es indefectible e infalible  (no puede promulgar el error en materias de fe o moral, tampoco puede aprobar leyes ni disciplinas nocivas a la salud de las almas).

La premisa menor es que a partir del Concilio Vaticano II, la jerarquía oficial ha promulgado el error y dado leyes y disciplinas nocivas a los fieles.

La conclusión: dicha jerarquía está privada de toda autoridad eclesiástica. En el caso de la Sede Apostólica, lo que constituye a alguien como papa no es otra cosa que la autoridad papal. Luego, decir que Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco están privados de autoridad (por las razones mencionadas), es lo mismo que afirmar la vacancia de la Sede Apostólica.

Como prueba de la premisa menor basta con comparar las enseñanzas del Concilio referente a la libertad religiosa, el ecumenismo, la colegialidad y la nueva eclesiología, con el magisterio de la Iglesia (pre-conciliar). La contradicción salta a la vista. El Nuevo Orden de la Misa (conocido hoy bajo el nombre de «Rito Ordinario»), es un fiel reflejo de las ideas conciliares y no difiere en nada del rito protestante ideado por Lutero. La fe, los sacramentos, todo ha cambiado en esta religión novedosa del Concilio. Con palabras dulces nos han dado el veneno del error. Veneno letal, por cierto.

Logos, del griego «palabra» refiere en este blog a Cristo, el Verbo del Padre. Y Cristo es la Verdad que nos ilumina y conforta.

Muchos de los que intelectualmente perciben la verdad de nuestra posición, no resisten sus consecuencias prácticas. El compromiso, vestido de mil maneras, se hace presente hasta tolerarse el nombre inicuo en el Canon de una Misa que, sin ese nombre, sería aceptable a Dios. Pero el Sacrificio así ofrecido no esni puede ser—agradable a Aquel que exigió: Si tuviere defecto no le ofreceréis, ni será aceptable (Lev. XXII, 20). 

Y con este post queda pues inaugurado el blog…»

Hoy presentamos un nuevo formato y el blog ya no se llama Logos sino Symbolum. El Credo que recitamos los católicos como síntesis de las verdades de nuestra fe, se conoce en latín por la palabra «Symbolum», de allí el nuevo nombre.

Publicaremos el resto de los posts de nuestro antiguo blog y retomaremos el sujeto de la oración, donde lo habíamos dejado.

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