EL FRANCISCO REAL

Siempre el mismo

Siempre el mismo

La desesperación por hacer quedar como católico a Jorge Bergoglio ha llevado a algunos a elaborar una ingeniosa distinción: la del Francisco de los medios, y el Francisco verdadero. El primero sería producto de desinformación de parte de la prensa, sobre todo por el uso de sus palabras y frases fuera del debido contexto. El segundo sería la versión real del Santo Padre, que (suponemos) debe estar presente en los documentos papales donde ha sido estampada su firma.

¿Por qué ha surgido tal distinción? Simplemente porque cada vez que Bergoglio abre la boca, hay una altísima probabilidad de que niegue alguna verdad concerniente a la fe o a la moral. Los ejemplos se multiplican diariamente. Un día dijo que, durante la Pasión, la Santísima Virgen dudó de la divinidad de Cristo; otro día negó la existencia de un Dios católico. En una conocida ocasión, nos instó a no juzgar a los sodomitas. Pidió varias veces no enfatizar el tema del aborto. Dijo que el proselitismo (la evangelización) es un solemne sinsentido. Negó repetidamente el milagro de la multiplicación de los panes. Ayer mismo volvió a negar la existencia de Dios, y afirmó que sólo existen el Padre, Hijo y Espíritu Santo. O sea, o hay tres dioses, o las tres Personas no son un solo Dios. De cualquier manera que se tomen sus palabras, hay herejía…

Sin embargo, debemos creer que todas estas aberraciones doctrinales no proceden del verdadero Francisco, sino del Francisco del que nos cuentan. ¿Será posible que cada vez que habla el pobre Francisco sea tergiversado tan maliciosamente por los viles periodistas? Realmente hay que tener muy poca inteligencia (me guardo una expresión más vívida) para dar credibilidad a esta postura. Nosotros la supondremos lícita por un momento, con el fin de demostrar que el Francisco “real” no es bastante mejor que el “de los medios”. Para esto citaremos documentos oficiales, emitidos durante el “pontificado” bergogliano:

  • LIBERTAD RELIGIOSA.

Los Padres sinodales recordaron la importancia del respeto a la libertad religiosa, considerada como un derecho humano fundamental. Incluye «la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia».

                   (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, #255, 24 de junio, 2014)

Jorge Bergoglio no hace más que repetir la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa. Compare el lector lo anterior con lo siguiente:

Todo hombre es libre para abrazar y profesar la religión que guiado de la luz de la razón juzgare por verdadera. 

               (Letras Apostólicas Multiplices inter, 10 de junio,1851)

                            (Alocución Maxima quidem, 9 de junio, 1862)

¿Nota alguien diferencia sustancial alguna entre las dos citas? Claro que no. Detalle: la segunda es una proposición condenada por el Papa Pío IX…

  • JUDAISMO.

Una mirada muy especial se dirige al pueblo judío, cuya Alianza con Dios jamás ha sido revocada, porque «los dones y el llamado de Dios son irrevocables» (Rm 11,29).

                     (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, #247, 24 de junio, 2014)

Compare el paciente lector la cita anterior, con el texto siguiente del Papa Pío XII:

Si consideramos atentamente todos estos misterios de la Cruz, no nos parecerán oscuras aquellas palabras del Apóstol, con las que enseña a los Efesios que Cristo, con su sangre, hizo una sola cosa a judíos y gentiles, destruyendo en su carne… la pared intermedia que dividía a ambos pueblos; y también que abolió la Ley Vieja para formar en sí mismo de dos un solo hombre nuevo -esto es, la Iglesia-, y para reconciliar a ambos con Dios en un solo Cuerpo por medio de la Cruz.

                                 (Encíclica Mystici Corporis Christi, #30, 29 de junio, 1943)

Francisco: la Alianza de los Judíos con Dios jamás ha sido revocada. Pío XII: La Ley vieja fue abolida por la Sangre de Cristo. 

  • ISLAM.

Nunca hay que olvidar que ellos [los musulmanes], «confesando adherirse a la fe de Abraham, adoran con nosotros a un Dios único, misericordioso, que juzgará a los hombres en el día final» 

                      (Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, #252, 24 de junio, 2014)

No explica el “Santo Padre” cómo hacen los musulmanes para adorar con nosotros al único Dios, si, según el Islam, Nuestro Señor Jesucristo no es Dios, ni Dios es tampoco una Trinidad:

¡Oh, Gente del Libro! No os extralimitéis en vuestra religión. No digáis acerca de Allah sino la verdad: Ciertamente el Mesías Jesús hijo de María, es el Mensajero de Allah y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María, y un espíritu que proviene de Él. Creed pues, en Allah y en Sus Mensajeros. No digáis que es una trinidad, desistid, pues es lo mejor para vosotros. Por cierto que Allah es la única divinidad. ¡Glorificado sea! Es inadmisible que tenga un hijo. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y la Tierra. Es suficiente Allah como protector.

                                       (Corán, Sura 4, 171)

*   *   *

En fin, el Francisco real dista tanto de la ortodoxia católica como el Francisco de los medios. ¿No será que hay un solo Francisco, el antipapa Jorge Bergoglio?

El Sínodo [para la destrucción] de la Familia publicará pronto una nueva abominación de carácter “oficial”. Pero si la gente no quiere ver, la evidencia continuará siendo insuficiente.

Un comentario en «EL FRANCISCO REAL»

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